Una Cuba salvaje

Cultivamos la caña de azúcar con cuidado y paciencia, seleccionando diferentes variedades plantadas en momentos específicos del año para garantizar una cosecha óptima. La caña crece durante la temporada de lluvias, pero es durante la temporada seca cuando se concentra el azúcar. Este proceso, similar al madurado de las frutas, nos permite obtener un jugo rico en azúcar, esencial para la calidad excepcional de nuestro ron.

Mientras que otros productores cosechan más temprano, nosotros le damos a nuestra caña el tiempo que necesita para madurar por completo.

Aunque el 97% de la cosecha se realiza de manera mecánica, el trabajo manual sigue siendo esencial, respaldado por los 10,000 macheteros que cortan la caña de azúcar a mano en toda Cuba.

Una vez cosechada, la caña se lava, corta y prensa para extraer el jugo dulce. Este jugo se calienta y concentra para crear un jarabe, luego se cristaliza y separa varias veces para extraer el azúcar. El residuo, la melaza negra, se almacena durante hasta 5 años en tanques para desarrollar un sabor único y rico, que aporta profundidad a nuestro ron.

Una vez que la melaza está lista, se le añade agua y levadura para comenzar la fermentación, un proceso que transforma el azúcar en alcohol y aromas, creando un vino de melaza con un 6-8% de alcohol.

Este proceso de fermentación rápida da como resultado un ron más ligero y afrutado, mientras que los estilos más pesados requieren una fermentación más larga.

Después de la fermentación, el ron cubano se destila en una columna de destilación, produciendo dos tipos de ron: un ron ligero y puro al 95% de alcohol (ron extra-ligero) y un ron más aromático al 75% de alcohol (aguardiente cubano). El aguardiente, esencial para la producción del ron cubano, aporta toda la riqueza y complejidad de los sabores. En los rones Eminente, el aguardiente representa una proporción mayor que en cualquier otro ron cubano, con un 30% para Eminente Ámbar Claro y un 70% para Eminente Reserva, añadiendo profundidad y carácter a nuestro ron.

Para comenzar, el aguardiente se envejece durante al menos 5 años en barricas de roble blanco que previamente contenían whisky. Estas barricas transmiten sabores únicos al ron a través de la madera y el ahumado, una técnica que consiste en quemar el interior de las barricas. Luego, el aguardiente se envejece con ron extra-ligero para crear el ron fresco. Finalmente, la elección de las barricas de envejecimiento se vuelve crucial, especialmente las barricas más grandes y viejas, conocidas como "cofres maravillosos," que desarrollan aún más el sabor final del ron."

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Durante el proceso de maduración y mezcla, se añade una pequeña cantidad de azúcar para suavizar el perfil, haciendo que el ron sea más suave mientras se realzan ciertos aromas de envejecimiento. Aunque la legislación cubana permite la adición de hasta un 2% en la mezcla final (o 20g/L), Eminente siempre contiene menos del 1% (menos de 10g/L).

La mezcla final es el paso clave en la creación de Eminente. Nuestro Maestro Ronero selecciona cuidadosamente los aguardientes y rones envejecidos para la mezcla. Este proceso complejo se basa en una evaluación sensorial de cada ron, donde la experiencia y el paladar del Maestro aseguran la armonía entre los ingredientes.